CUARTO TESTIMONIO (III)



Continuamos ampliando las vivencias de Alfonso Españaque, un combatiente de la Guerra Civil española. Esta vez traemos un texto en el que es el propio Alfonso el encargado de relatar sus vivencias en el campo de batalla. Desde aquí queremos reiterar nuestra gratitud a Tere Españaque, hija de nuestro protagonista, ya que este testimonio ha ayudado a conocer aspectos de la guerra que hasta ahora desconocíamos. Tras el salto de página encontraréis la transcripción del texto así como unas fotos del documento original. En breve añadiremos más testimonios en vídeo a la colección.




Vino de pronto un cambio de vida muy distinto. Con 20 años y en la Guerra de España: el 18 de Julio de 1936 el Movimiento y el 2 de agosto del mismo año nos incorporamos en filas y de tiro a los Frentes. Tres horas de manejo de fusil y bombas y a dormir por los montes y cabezos mirando a las estrellas, si dejaban.
Recorriendo todos los frentes y estaciones de ferrocarril de España, donde el enemigo se movía allí estaba la 5ª División de Navarra y, así pasaron tres años, días de mucho calor, mucha sed, días de frío, hielo, nieve, de todo pasó por aquellas trincheras de los montes de España y así fue pasando el tiempo.
Se acaban los tiros en la Junquera de Francia, final de Cataluña y nos llevan al frente de Toledo y el día 1º de Abril salimos para tomar Madrid. A las tres de la tarde cerca de Madrid nos acampan para comer y se presenta el General Don Juan Bautista Sánchez y nos dijo todo emocionado:
“Soldados: todavía no habéis aprendido ir para atrás, sino siempre adelante. Hemos tomado todo el Norte de Aragón y Cataluña, pero hemos dejado sin tomar la capital de España. Muchachos ¡la guerra ha terminado!”.
Ese día fuimos a dormir a Vallecas y a los cinco días desfilaremos por Madrid, tal como desfilamos cuando la toma de Barcelona y Bilbao.
Luego nos llevan a Hellín, Albacete y Murcia, a montar Ayuntamiento por las dos provincias. Después de tres meses a Santander y más tarde a Plasencia (Cáceres) y allí me dieron la licencia el día 28 de Octubre del 39 y a los ocho meses nos llaman de nuevo a los Quintos Veteranos del 36 y 37 y nos llevan a la Plaza de Melilla el 8 de Junio de 1940.
Allí conocimos al piojo verde que tanto se comentó por aquellos años, que no era otra cosa más que el hambre. Los soldados no salían de los cuarteles, los mulos no podían tenerse en pie. Ese fue el Piojo Verde.
Bajas hubo, tiros no, y gracias a esto, el día 12 de Agosto de 1941, me dieron la licencia con 25 años, sin salud ni juventud.

  

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La Guerra Civil española


La Guerra Civil Española (1936-39) es, sin duda, uno de los períodos más aciagos de la Historia Contemporánea.

Lo que comenzó siendo el alzamiento de una parte del ejército, encabezado por los generales Mola y Franco, con el fin de deponer al legítimo Gobierno de la República y el orden Constitucional imperante, terminó por cobrarse casi un millón de vidas, desgarrando las entrañas mismas de la sociedad.

Tras cumplirse siete décadas del fin de la contienda, es necesario, más que nunca, que permanezca viva en nuestra memoria, sin falsos maniqueísmos, para reivindicar los valores que engloba la dignidad de la persona, cuya conquista no es un hecho irreversible, sino que debe lograrse día a día desde compromisos profundamente éticos, y por tanto, humanos.


Miguel Ángel Motis Dolader, Doctor en Historia