CARTELES DE UNA GUERRA (I)


 Estrenamos otra nueva sección en "retazos de una guerra": CARTELES DE UNA GUERRA. En este nuevo espacio iremos añadiendo carteles de la Guerra Civil española (tanto del bando republicano como del bando nacional). Además, realizaremos una pequeña reflexión sobre ellos. Tras el salto de página encontrareis un pequeño texto en el que se analizan los elementos más importantes de este cartel perteneciente al bando nacional.

Este es uno de los muchos carteles de la Guerra Civil que podemos encontrar dentro del tomo "Carteles de la Guerra Civil española", de Ediciones Urbión. 
Nos encontramos ante un cartel propagandístico perteneciente al bando nacional o franquista. El dibujo, de autor anónimo, muestra a una serie de obreros y campesinos que avanzan con el puño en alto, una variante del saludo fascista romano, tras la figura del falangista. Cabe destacar el gran rótulo situado en la parte superior de dicho cartel: ¡ARRIBA ESPAÑA!. Esta frase acuñada por la Falange sustituyó al tradicional ¡VIVA ESPAÑA! como una concesión a la moda totalitaria. El dibujo, en el que se representan personas de diferente posición social, anima a la población a participar y luchar por la patria, apelando al sentimiento nacional de los españoles.

2 comentarios:

Anónimo 31 de mayo de 2012, 12:19  

de quien es

Anónimo 20 de mayo de 2014, 8:06  

MUY BIEN

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La Guerra Civil española


La Guerra Civil Española (1936-39) es, sin duda, uno de los períodos más aciagos de la Historia Contemporánea.

Lo que comenzó siendo el alzamiento de una parte del ejército, encabezado por los generales Mola y Franco, con el fin de deponer al legítimo Gobierno de la República y el orden Constitucional imperante, terminó por cobrarse casi un millón de vidas, desgarrando las entrañas mismas de la sociedad.

Tras cumplirse siete décadas del fin de la contienda, es necesario, más que nunca, que permanezca viva en nuestra memoria, sin falsos maniqueísmos, para reivindicar los valores que engloba la dignidad de la persona, cuya conquista no es un hecho irreversible, sino que debe lograrse día a día desde compromisos profundamente éticos, y por tanto, humanos.


Miguel Ángel Motis Dolader, Doctor en Historia